Compositor alemán, uno de los máximos exponentes del movimiento musical romántico del siglo XIX. Nació el 8 de junio de 1810 en Zwickau, Sajonia, y estudió en las universidades de Leipzig y Heidelberg. Al ser hijo de un librero, mostró precoz interés por la literatura, en especial por los escritores alemanes Johann Wolfgang Goethe, E.T.A. Hoffmann y Johann Paul Richter. En 1830 abandonó sus estudios de derecho para dedicarse exclusivamente a la música. Estudió piano con el maestro alemán Friedrich Wieck, pero una lesión irreversible en uno de sus dedos terminó con su carrera como pianista. Se dedicó entonces a la composición y a escribir sobre música. En 1834, en un intento de luchar contra lo que denominó 'filisteismo artístico', fundó la revista musical Neue Zeitschrift für Musik, que editó hasta 1844. Schumann se casó en 1840 con la pianista Clara Josephine Wiek, hija de su maestro. Clara Schuman fue un punto clave en la interpretación de su música para piano. En 1843 el recién fundado Conservatorio de Leipzig solicitó los servicios de Robert para formar parte del profesorado, pero, después de intentarlo, se sintió incapaz de enseñar y abandonó el puesto. En 1850 fue nombrado director musical en Düsseldorf, pero una enfermedad mental, que padecía desde la adolescencia, le hizo dimitir en 1854. Ese mismo año, tras un intento de suicidio, fue ingresado en una clínica para enfermos mentales en Enderich, cerca de Bonn, donde el 29 de julio de 1856 murió. Como uno de los arquetipos entre los compositores románticos, Schumann se identificó con dos figuras imaginarias, el enérgico Florestan y el poético Eusebius, nombres con los que firmaba sus artículos y cuyos retratos representó en la suite para piano Carnaval (1834-1835). Durante 1840, tras su boda con Clara Wieck, se dedicó a componer canciones. Compuso ciento treinta y ocho, entre las que se encuentran las colecciones de Liederkreis (dos ciclos con textos de Heinrich Heine y Joseph Eichendorff), Myrthen (con textos de varios poetas), Amor y vida (con texto de Adelbert von Chamisso), y Los amores del poeta (sobre textos de Heinrich Heine). Supo poner de manifiesto el sentido profundo de los poemas y otorgó a la parte de piano el papel de expresar los sentimientos y significados de cada uno de ellos, incluyendo con frecuencia largos epílogos al final de cada canción.
Las composiciones de Schumann para piano suelen ser expresiones musicales sobre temas literarios y estados de ánimo. Con excepción de la Fantasía en do mayor (1836) y los Estudios sinfónicos (1854), sus obras para piano son colecciones de piezas cortas en las que una pequeña idea deriva en la creación de toda la obra a través de una sencilla organización. Además del Carnaval, compuso Mariposas (1829-1832), Escenas de niños (1838), Kreisleriana (1838) y Album para la juventud (1848). A pesar de que en sus obras largas no consiguió la unidad formal que poseen las canciones y las piezas para piano solo, sí logró música de gran belleza, a la vez que dramática. Son de resaltar la Sinfonía nº 1 (1841), el Quinteto para piano en mi bemol mayor (1842), el Concierto para piano en la menor (1845), la Sinfonía nº 2, la Sinfonía nº 3 Renana (1846), y el Trío para piano (1847). La Sinfonía nº 4 fue totalmente innovadora, ya que los cuatro movimientos aparecen unidos y se ejecutan sin interrupción. Otras composiciones son el coral El paraíso y la Peri (1843), y una ópera, Genoveva (1847-1848), que no tuvo demasiado éxito.
Las composiciones de Schumann para piano suelen ser expresiones musicales sobre temas literarios y estados de ánimo. Con excepción de la Fantasía en do mayor (1836) y los Estudios sinfónicos (1854), sus obras para piano son colecciones de piezas cortas en las que una pequeña idea deriva en la creación de toda la obra a través de una sencilla organización. Además del Carnaval, compuso Mariposas (1829-1832), Escenas de niños (1838), Kreisleriana (1838) y Album para la juventud (1848). A pesar de que en sus obras largas no consiguió la unidad formal que poseen las canciones y las piezas para piano solo, sí logró música de gran belleza, a la vez que dramática. Son de resaltar la Sinfonía nº 1 (1841), el Quinteto para piano en mi bemol mayor (1842), el Concierto para piano en la menor (1845), la Sinfonía nº 2, la Sinfonía nº 3 Renana (1846), y el Trío para piano (1847). La Sinfonía nº 4 fue totalmente innovadora, ya que los cuatro movimientos aparecen unidos y se ejecutan sin interrupción. Otras composiciones son el coral El paraíso y la Peri (1843), y una ópera, Genoveva (1847-1848), que no tuvo demasiado éxito.
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